La fobia a la sangre (hematofobia) consiste en un miedo intenso e irracional a las heridas, jeringuillas, hospitales y cualquier hecho relacionado con la sangre, tanto propia como ajena. La persona al exponerse a ella sufre un alto nivel de malestar y puede llegar a sufrir mareos, nauseas, palidez y desmayos. Gemma, diseñadora de 30Sigue leyendo