Liderazgo: Equilibrio entre dirigir y confiar para generar compromiso

El rol de un líder es dirigir, marcar pautas y establecer prioridades. Los líderes de las organizaciones que funcionan a menudo están encima de todo, cuidan los detalles, rozan el perfeccionismo. Y si la organización no es muy grande es difícil que pase algo sin que se enteren. Sin embargo esto, por sí solo, no hace de la organización un espacio equilibrado.

A menudo hay estructuras que sobreviven un tiempo a costa de un liderazgo que se autoconsume, representado en una persona con una visión transformadora y altas capacidades que acaba quemándose porque no confía en nadie más que en sí mismo y en consecuencia no sabe delegar. Y el efecto de un liderazgo de este tipo es catastrófico, genera una energía corrosiva, convierte a los dirigidos en vegetales que no mueven un dedo hasta que no les dan la orden “de arriba”. Y que cuando encuentran otra cosa mejor, se van.

Si uno busca crear una estructura estable a largo plazo, es necesario confiar en las capacidades de los demás.

Es el sutil equilibrio entre construir una estructura y ofrecer la libertad necesaria para que se sientan orgullosos de su propio esfuerzo.

Mariano de los Santos

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