Liderazgo eficaz: Navegar entre la seriedad, la concentración, la distensión y la diversión

En las reuniones se toman decisiones, después se actúa. Es un proceso sencillo y al mismo tiempo muy delicado. Imaginemos que en una organización se fomenta que los miembros de los equipos se conozcan mejor como personas, gente con familia y una vida interesante fuera del trabajo. Imaginemos que este enfoque comunicacional les permite desarrollar la camaradería y generar espacios de distensión.

Un estudio realizado en 2003 en la Universidad de Lund, Suecia, demostró que escuchar a las personas y charlar con ellas, era un aspecto importante de un liderazgo exitoso porque “la gente se siente más respetada y visible, incluida en el equipo de trabajo”. Es más, hay numerosas experiencias que indican que hay una correlación directa entre los ambientes de trabajo divertidos y el alto rendimiento.

Imaginemos que se fomenta la participación de las personas en las tomas de decisiones no sólo como miembros de la organización o como profesionales en un puesto determinado, sino también como seres humanos. Con voluntad y un liderazgo eficaz, se puede conseguir que las decisiones que se tomen sean más adecuadas porque se toman desde una mayor confianza y empatía.

Además, los miembros del equipo aprenden, por un lado, el necesario equilibrio que debe existir entre la seriedad y la concentración que exige la excelencia operativa, y por otro lado el margen de distensión y diversión que en determinados momentos se requiere para el buen funcionamiento de los equipos, que no están formados por máquinas sino por personas.

Mariano de los Santos

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