
Es popularmente conocido que hay personas que no aprenden la lección hasta que tocan fondo.
Una mujer trabajaba en una empresa de diseño gráfico. Ese tipo de empresas en los que todos los proyectos son urgentes, para ayer. Recorrió un largo camino para llegar hasta allí: mucho esfuerzo y mucho dinero para licenciarse, trabajo y estudio al mismo tiempo, discusiones con su pareja, acumulación de estrés.
Con el paso del tiempo trabajar bajo esas condiciones le empezó a pasar factura a su salud. Prácticamente vivía en estado de ansiedad pensando en el trabajo. Hasta que un día el médico le dio un aviso serio. Entonces ella decidió dejar el trabajo y coger otro trabajo que no era de lo suyo pero con un horario mejor, ganando menos pero respetando su salud y su tiempo.
En ese momento su sistema de creencias entró en conflicto. Tanto tiempo y tanto esfuerzo dedicado a una carrera profesional para acabar así. Los demás dan pasos hacia adelante y yo hacia atrás, qué sensación de fracaso. Por otro lado notaba que se sentía mejor anímicamente. Ya no tenía ansiedad, podía dedicarle tiempo de calidad a su hijo y ya no había tantas discusiones en casa. Su estado de salud estaba en proceso de mejora. Empezó a tomar conciencia de lo importante que era dedicarse tiempo a sí misma, aprender a priorizar sus propias necesidades antes de estar tan pendiente de los demás. Ella también estaba dando pasos adelante.
Fue un aprendizaje de vida por la vía dura. Por la vía de tocar fondo y llevar su salud al límite, sin embargo supo rediseñarse a tiempo.
Un muchacho de 20 años, en pos de cumplir con las expectativas de sus padres, fue a estudiar al extranjero. Allí sufrió depresión y acabó incubando una enfermedad por cáncer. Poco a poco y después de un largo tratamiento convirtió esa terrible experiencia en un aprendizaje: la primera independencia de los padres es la independencia económica, la segunda y más importante es la independencia emocional. Aprendió por la vía dura a hacer su propio camino profesional restando prioridad a las expectativas de sus padres.
Tocar fondo también es una poderosa forma de crecer como persona.
Mariano de los Santos